El uso de vehículos eléctricos ha sido un pilar de la descarbonización y reducción de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en muchos países del mundo. Sin embargo, según un reciente estudio publicado por investigadores de la Universidad del Caribe (UNICARIBE), su Centro de Investigación CAYEI y la Universidad Colombiana Politécnico Grancolombiano, en el Simposio Internacional en Electromovilidad 2024, realizado por la reconocida universidad Tecnológico de Monterrey y publicado en IEEE. El uso de un vehículo eléctrico no representa una reducción de emisiones de GEI en comparación con el uso de vehículos híbridos.
Este artículo explora cómo los vehículos eléctricos e híbridos pueden ayudar a reducir la contaminación, pero con una idea clara: su impacto ambiental depende de cómo cada país produce su electricidad.
Un vehículo eléctrico necesita cargar su batería, pero si esa electricidad proviene de quemar combustibles como carbón, petróleo o gas, no estamos realmente resolviendo el problema de emisión de GEI, solo lo estamos moviendo de un lugar a otro. Esto es lo que sucede en la República Dominicana, donde la mayoría de la electricidad proviene de plantas que usan combustibles fósiles. Aquí, los vehículos eléctricos y los híbridos terminan teniendo un impacto ambiental muy similar. Para ilustrar este escenario, consideremos tres países con una producción energética diferente a la nuestra.
Colombia, un país donde la mayor parte de la electricidad se genera a partir de fuentes limpias, como las plantas hidroeléctricas que usan el agua para generar energía. En este caso, los vehículos eléctricos reducen la contaminación hasta un 77% comparado con los híbridos. Esto demuestra que la fuente de la electricidad lo cambia todo.
En Alemania, aunque usan más energía renovable, todavía dependen mucho del carbón, lo que limita los beneficios ambientales de los vehículos eléctricos. Por otro lado, Suecia es como el modelo ideal: con su electricidad proveniente de fuentes renovables y limpias, los vehículos eléctricos casi no generan contaminación, reduciendo las emisiones hasta un 97%.
“Recargar un vehículo eléctrico con energía proveniente de la quema de combustibles fósiles es como querer llenar un balde con agua limpia, pero usar una manguera que sigue contaminada.” Afirman los investigadores de UNICARIBE.
El mensaje central de este estudio es claro: los vehículos eléctricos no son una solución mágica. Para que realmente marquen una diferencia, los países deben mejorar cómo producen su electricidad. Esto implica apostar por fuentes renovables como la solar, eólica o hidráulica o limpia como la energía nuclear. Además, un proyecto integral de infraestructura que incluya una red de estaciones de carga adecuada.
Para acceder a más información puede dirigirse a la publicación original en IEEE:
https://ieeexplore.ieee.org/document/10786775
Autores:
Ing. Julián Peña – Director de la Licenciatura en Gestión Ambiental y Energías Renovables.
Dr. Ricardo Ramírez – Vicerrector de Estrategia y Crecimiento.